Las bombas de calor aerotérmicas para producción de calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria, son la solución ideal para los edificios Passivhaus.

Passivhaus es un estándar de construcción de baja demanda energética nacido en Alemania en 1991. Las viviendas y edificios pasivos combinan un alto ahorro de energía gracias a un menor consumo, con un mayor confort en temperatura, humedad y calidad de aire interior. Combina materiales de construcción de altas prestaciones, un sistema de ventilación controlada con recuperación de calor y un cuidado diseño y ejecución del proyecto, sin suponer un incremento significativo en el precio final.

DAIKIN trabaja cada día para desarrollar soluciones sostenibles que ayuden a reducir de manera relevante el impacto medioambiental de las instalaciones de climatización. Ejemplo de ello es la alianza que mantienen Daikin y la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) desde 2019 con el objetivo de colaborar en la difusión e implantación del “Estándar Passivhaus”, un modelo de certificación orientado a obtener edificios de muy baja demanda energética y un reducido consumo de energía primaria.

David Díaz, Product Manager de Calefacción de DAIKIN afirma: “El futuro de la vivienda se dirige hacia la sostenibilidad y el consumo casi nulo de energía. Desde DAIKIN tenemos un compromiso claro en este sentido y para ello vamos a seguir trabajando para desarrollar las soluciones más innovadoras como son las bombas de calor de alta eficiencia y tejiendo alianzas con líderes del sector para continuar promoviendo el estándar Passivhaus”.

Aerotermia, la solución ideal para los edificios o casas Passivhaus

Como parte de las soluciones que DAIKIN ha desarrollado para contribuir al impulso del estándar Passivhaus, caben destacar las bombas de calor aerotérmicas de alta eficiencia para producción de calefacción, aire acondicionado y agua caliente sanitaria. Las bombas de calor hacen uso de energías renovables como la energía térmica ambiental del aire, el agua o el suelo, disminuyendo el consumo de energía —y por tanto el gasto en el hogar— y de energía primaria. Además, es la tecnología con menores emisiones de CO2 en comparación con cualquier caldera de combustible fósil, sea de gasóleo, propano o gas natural.