Qué mantenimiento necesita un aire acondicionado (y por qué no deberías dejarlo para mañana)
Revisa tu aire acondicionado antes de que falle. Te contamos los riesgos de no hacerlo y cómo alargar su vida útil.

Tener aire acondicionado en casa, en la oficina o en un local comercial se ha convertido en algo tan habitual que muchas veces nos olvidamos de que, como cualquier otro equipo, necesita un mantenimiento regular. Hasta que un día, claro, deja de enfriar justo cuando más lo necesitas. O empieza a oler raro. O hace más ruido del habitual. Y entonces nos acordamos de ese pequeño gran detalle: para que funcione bien, hay que cuidarlo.
En este artículo te cuento de forma clara y práctica todo lo que necesitas saber sobre el mantenimiento del aire acondicionado. Nada de tecnicismos innecesarios. Solo lo importante: por qué es clave hacerlo, qué riesgos corres si lo dejas pasar, cada cuánto debes revisarlo, qué tipos de mantenimiento existen y cómo identificar que tu equipo está pidiendo ayuda a gritos.
Y sí, también te contaré por qué Daikin, una de las marcas más reconocidas del sector, es una apuesta segura si buscas fiabilidad, eficiencia y tranquilidad.
¿Qué voy a leer en este artículo?
¿Por qué es importante el mantenimiento del aire acondicionado?
Vamos a empezar por lo obvio: el mantenimiento del aire acondicionado no es un capricho ni un gasto innecesario. Es una inversión en salud, ahorro y durabilidad.
Estas son las principales razones por las que deberías tomártelo en serio:
1. Mejora el rendimiento del equipo
Con el uso y el paso del tiempo, el aire acondicionado acumula polvo, suciedad y humedad en sus filtros, conductos y serpentines. Eso hace que tenga que trabajar más para conseguir el mismo resultado. Con un buen mantenimiento, el equipo funciona de forma más eficiente, enfría o calienta mejor y consume menos energía.
2. Alarga su vida útil
Con un buen mantenimiento, un aparato puede durar muchos más años sin averías graves. Y ya sabes lo que cuesta un aire acondicionado nuevo, así que todo lo que sea alargar la vida del que ya tienes… bienvenido sea.
3. Mejora la calidad del aire
¿Sabías que un filtro sucio puede ser un criadero de bacterias, malos olores, hongos y polvo? Si no lo limpias, eso es lo que respiras tú y tu familia. El mantenimiento adecuado mejora la calidad del aire interior, lo que es especialmente importante si hay niños, personas mayores o alérgicos en casa.

4. Evita averías caras y aparatosas
La mayoría de las averías graves se podrían evitar con un mantenimiento regular. Una simple revisión anual puede detectar a tiempo problemas que, si se dejan pasar, acaban suponiendo un gasto importante.
¿Y qué pasa si no realizo mantenimientos habituales?
Buena pregunta. Porque cuando hablamos de mantenimiento, mucha gente piensa: “Bueno, si no lo toco, no se estropea”. Error. Lo que no se ve, también cuenta. Y no hacer nada también tiene consecuencias.
Aquí van algunos de los riesgos más comunes que conlleva no realizar un mantenimiento de tu aire acondicionado:
- Consumo eléctrico disparado: el equipo pierde eficiencia y consume más para enfriar o calentar lo mismo. Lo notarás en la factura.
- Averías frecuentes: sin limpieza ni revisión, las piezas se deterioran y acaban fallando. Y reparar compresores o placas electrónicas no es barato.
- Malos olores: el moho y la humedad acumulada pueden generar olores desagradables cuando enciendes el aparato.
- Peor calidad del aire: un filtro sucio dispersa alérgenos, polvo y microbios en el ambiente.
- Ruido excesivo: los ventiladores se desajustan, las piezas rozan… y el silencio desaparece.
- Pérdida de garantía: muchas marcas condicionan la garantía del equipo a un mantenimiento mínimo anual.
Tipos de mantenimiento: ¿qué necesita realmente tu equipo?
No todos los equipos ni todas las situaciones necesitan lo mismo. Pero en general, podemos hablar de dos tipos de mantenimiento:
1. Mantenimiento básico (lo que puedes hacer tú)
Hay tareas sencillas que puedes realizar sin ser técnico ni tener herramientas profesionales:
- Limpieza de filtros: puedes aspirarlos o lavarlos con agua tibia y jabón neutro (eso sí, déjalos secar completamente antes de volver a colocarlos). En este artículo te lo explicamos todo.
- Revisión visual del estado del equipo: comprobar que no haya fugas de agua, que el aparato no hace ruidos raros o que no hay piezas sueltas.
- Vigilar el entorno: asegúrate de que la unidad exterior no esté obstruida por hojas, polvo o residuos, y que tiene suficiente espacio para ventilar.
2. Mantenimiento profesional (lo que debería hacer un técnico)
Este mantenimiento del aire acondicionado debe realizarse, al menos, una vez al año, idealmente antes del verano o del invierno, dependiendo de si usas más el modo frío o calor. Incluye:
- Revisión completa del sistema: funcionamiento general, estado de las conexiones eléctricas, presiones del gas refrigerante…
- Limpieza en profundidad: limpieza de los serpentines, ventiladores, desagües y bandejas interiores, que no puedes hacer tú sin desmontar el aparato.
- Comprobación del gas refrigerante: si ha habido alguna fuga o pérdida de presión, el técnico puede recargarlo.
- Medición del rendimiento energético: para ver si el equipo sigue siendo eficiente.
¿Cada cuánto hay que hacer el mantenimiento?
La respuesta corta: una vez al año.
La respuesta larga: depende del uso que le des, del tipo de equipo y de si está en una vivienda, una oficina o un local comercial.
Aquí tienes una guía orientativa:
- Uso doméstico ocasional (verano e invierno): 1 vez al año.
- Uso doméstico intensivo (todo el año): 2 veces al año.
- Locales comerciales / oficinas: mínimo 2 veces al año.
- Entornos con mucho polvo o grasa (cocinas, talleres, etc.): mantenimiento más frecuente, incluso trimestral.
El mejor momento para hacerlo es antes de la temporada alta. Así evitas sorpresas cuando más lo necesitas.
¿Cómo saber si tu aire acondicionado necesita mantenimiento?
Los equipos hablan. A veces literalmente. Si tu aire acondicionado presenta alguno de estos síntomas, probablemente necesita una revisión:
- No enfría o no calienta bien: puede ser por filtros sucios, falta de gas o un problema en los sensores.
- Hace más ruido de lo habitual: si antes era silencioso y ahora parece un motor de coche, algo no va bien.
- Huele mal al encenderlo: señal clara de moho o suciedad acumulada.
- Se apaga solo o gotea agua: pueden ser fallos eléctricos o problemas en los conductos de desagüe.
- La factura de luz ha subido sin motivo aparente: ojo con esto, suele ser señal de que el equipo trabaja más de la cuenta por estar sucio o mal ajustado.
No esperes a que se agrave. Una revisión a tiempo puede ahorrarte disgustos (y dinero).

¿Y por qué confiar en Daikin para el mantenimiento?
Ahora que ya sabes por qué es tan importante mantener tu aire acondicionado en forma, hablemos de quién puede ayudarte a hacerlo bien. Porque sí, puedes encontrar muchas empresas que ofrecen mantenimiento… pero no todas te ofrecen lo mismo.
Aquí es donde entra en juego Daikin.
Daikin no es una marca más. Lleva más de 90 años liderando el sector de la climatización a nivel mundial, y uno de sus grandes valores es Stand by me, su servicio de posventa. No solo fabrican equipos de alta eficiencia, también se encargan de que funcionen como el primer día durante muchos años.
Estas son algunas razones de peso para confiar en Daikin:
1. Servicio técnico propio y especializado
Daikin cuenta con una red oficial de instaladores y técnicos que conocen sus equipos al detalle. Eso garantiza que cualquier intervención se hace siguiendo los estándares de la marca.
2. Piezas originales y diagnósticos precisos
Si hay que sustituir algo, lo hacen con recambios originales. Y usan herramientas de diagnóstico específicas para detectar fallos antes de que den la cara.
3. Contratos de mantenimiento a medida
Ofrecen diferentes planes de mantenimiento para adaptarse a tu tipo de equipo y uso. Desde viviendas particulares hasta instalaciones industriales o comerciales.
4. Prevención como filosofía
Daikin apuesta por un enfoque proactivo: detectar posibles problemas antes de que afecten al rendimiento o causen una avería.
5. Compromiso con la eficiencia y el medioambiente
Sus equipos están diseñados para ahorrar energía y reducir emisiones, y su mantenimiento va en esa misma línea: mantener el sistema limpio y afinado para consumir menos y durar más.
En resumen…
El aire acondicionado no es solo un aparato más en casa. Es parte de tu confort diario. Y como cualquier tecnología compleja, necesita cuidados. Hacer un buen mantenimiento no solo alarga su vida útil, también te permite respirar mejor, ahorrar energía y evitar averías costosas.
Piensa en él como si fuera el coche: lo llevas a revisión aunque funcione bien, ¿verdad? Pues con el aire, igual. No esperes a que dé problemas para actuar.
Y si no quieres complicarte, recuerda que confiar en profesionales como Daikin es la mejor forma de asegurarte de que tu equipo está en buenas manos. Porque cuando se trata de climatización, la diferencia entre “funciona” y “funciona bien” está en los detalles.
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