Aerotermia vs bomba de calor tradicional: ¿qué sistema consume menos?
Comparamos consumo, rendimiento anual y estabilidad en climas fríos para saber qué sistema calienta tu casa gastando menos, la aerotermia o la bomba de calor tradicional.
Cuando un hogar se plantea actualizar su sistema de calefacción, una de las comparaciones más importantes es la que existe entre la bomba de calor aire-agua (aerotermia) y la bomba de calor tradicional. Aunque ambos sistemas comparten una base tecnológica, su consumo energético anual, su rendimiento y su estabilidad en climas fríos son muy diferentes.
Este análisis desgrana cómo funcionan, cuánto consumen y por qué, para que puedas entender de forma clara qué opción es más eficiente y rentable para tu vivienda.
¿Qué voy a leer en este artículo?
- Cómo funciona la aerotermia y por qué consume menos
- Bomba de calor tradicional: un sistema eficiente, pero más exigente
- Comparativa de consumo: la diferencia anual es clara
- Qué factores influyen realmente en el consumo de ambos sistemas
- Cómo sacar el máximo partido a la aerotermia
- Preguntas frecuentes (FAQ)
Cómo funciona la aerotermia y por qué consume menos
La aerotermia es una tecnología basada en una bomba de calor aire-agua capaz de extraer energía del aire exterior y transferirla al agua que circula por el circuito hidráulico de la vivienda. Su eficiencia se mide mediante dos entidades técnicas fundamentales:
1. COP: cuánta energía calorífica entrega por cada unidad de electricidad
El COP (coeficiente de rendimiento) es un indicador que refleja cuánta energía térmica genera la aerotermia por cada kWh eléctrico que consume.
- Si el COP es 4 → por cada 1 kWh eléctrico suministra 4 kWh de calor.
- Si el COP es 2,5 → por cada 1 kWh solo entrega 2,5 kWh de calor.
Es decir:
- COP elevado → menor consumo eléctrico instantáneo
- COP reducido → mayor consumo eléctrico instantáneo
En este sentido, la aerotermia puede producir hasta 4 kWh térmicos por cada 1 kWh eléctrico.
2. SCOP: la eficiencia real a lo largo de todo el año
El SCOP es como un COP “promedio anual” que tiene en cuenta las temperaturas exteriores cambiantes, las paradas y arranques del sistema, los modos de funcionamiento y el rendimiento en climas fríos. Es el indicador que realmente permite comparar consumos entre sistemas.
- SCOP elevado → menor consumo anual
- SCOP bajo → mayor gasto energético anual
Los equipos de aerotermia suelen situarse en clases A++ o A+++, lo que indica un SCOP elevado y menor consumo anual. Las bombas tradicionales acostumbran a obtener clases inferiores. Esto ayuda a los usuarios a entender la eficiencia sin necesidad de interpretar valores técnicos.
3. La clave práctica: la temperatura de impulsión
Además de COP y SCOP, la aerotermia destaca porque trabaja con temperaturas de impulsión más bajas (35–45 ºC). La temperatura de impulsión hace referencia a los grados a los que se envía el agua hacia los elementos de distribución de calor, como radiadores o suelo radiante. Es muy importante a nivel de consumo:
- Menor temperatura de impulsión → menos energía necesaria para calentar el agua
- Menos energía necesaria → menor consumo final
4. Por qué el suelo radiante potencia su rendimiento
El suelo radiante utiliza agua precisamente a esas temperaturas bajas (35–45 ºC), lo que encaja perfectamente con el funcionamiento de la aerotermia.
En resumen:
- Temperatura de impulsión baja → mejora SCOP → reduce el consumo anual
Por eso, si la vivienda cuenta con suelo radiante o emisores de baja temperatura, la aerotermia puede alcanzar su máximo nivel de eficiencia.
Bomba de calor tradicional: un sistema eficiente, pero más exigente
La bomba de calor tradicional funciona con el mismo principio que la aerotermia, pero para calentar la vivienda necesita trabajar con temperaturas de impulsión mucho más altas, normalmente entre 55 y 70 ºC. Ese detalle técnico tiene varias consecuencias muy claras en el día a día:
1. Más temperatura → más esfuerzo del compresor → más consumo
Cuando el sistema debe calentar el agua a temperaturas altas, el compresor —la pieza que mueve todo el ciclo térmico— tiene que trabajar con más intensidad.
Y cuando el compresor trabaja más, lo hace el contador también:
Más esfuerzo → Más electricidad → Más consumo.
2. El clima frío le afecta más (baja el COP con más rapidez)
En los días fríos, todas las bombas de calor ven cómo su COP baja un poco porque el aire exterior tiene menos energía disponible. Pero en las bombas tradicionales esta caída es más acusada: como ya parten de temperaturas de impulsión altas, el frío las obliga a esforzarse mucho más, y su COP se desploma antes.
3. No se llevan bien con los radiadores antiguos
Los radiadores tradicionales necesitan agua muy caliente para funcionar correctamente. Como la bomba tradicional ya trabaja a temperaturas altas, alimentar radiadores antiguos hace que suba aún más la temperatura necesaria, lo que se traduce en:
Alta impulsión → mayor carga térmica → menor eficiencia.
En otras palabras: la combinación de bomba de calor tradicional + radiadores antiguos dispara el consumo y reduce el rendimiento.
Comparativa de consumo: la diferencia anual es clara
Tomando como referencia una vivienda unifamiliar de 120 m² y una temperatura de consigna interior estándar de 20–22 ºC para garantizar un confort equivalente:
Sistema | Consumo anual estimado | Diferencia |
Aerotermia | 3.000–4.000 kWh/año | — |
Bomba de calor tradicional | 5.000–6.000 kWh/año | +30–50 % |
El consumo energético anual se transforma directamente en coste económico.
Para una tarifa eléctrica estándar de 0,20 €/kWh:
- Aerotermia (3.000–4.000 kWh/año) → 600–800 €/año
- Bomba de calor tradicional (5.000–6.000 kWh/año) → 1.000–1.200 €/año
Aquí te explicamos en detalle cómo calcularlo para cada hogar.
Repasemos por qué sucede esto:
- Aerotermia → mantiene mayor SCOP → menor consumo anual
- Aerotermia → necesita menor impulsión → menor demanda eléctrica
- Bomba de calor tradicional → pierde rendimiento en clima frío → mayor consumo
- Aerotermia → trabaja de forma más estable durante todo el invierno
La diferencia no es teórica: es la que aparece, año tras año, en la factura eléctrica.
Qué factores influyen realmente en el consumo de ambos sistemas
El consumo final no depende solo del equipo. El perfil de uso de calefacción (horas/día) y el perfil de uso de ACS (litros/día) también influyen en la demanda térmica total y, por tanto, en el consumo energético anual. Y, por supuesto, también importan la vivienda, el clima y los emisores.
1. Clima: la temperatura exterior modifica el rendimiento
El clima frío afecta a cualquier bomba de calor. El aire exterior tiene menos energía disponible y la bomba debe esforzarse más para extraerla. Ese esfuerzo adicional reduce el COP. Y cuando baja el COP, sube el consumo.
En cambio, en un clima templado, el aire exterior contiene más energía útil. La bomba de calor puede funcionar con menos esfuerzo, mantiene un COP más alto y el consumo se mantiene más bajo y estable.
La aerotermia gestiona mejor estas variaciones gracias a la modulación del compresor: ajusta su potencia según la temperatura exterior, lo que le permite aprovechar mejor los días templados y contener el aumento de consumo en días fríos, especialmente frente a una bomba de calor tradicional.
Además, cada bomba de calor dispone de una curva de rendimiento que muestra cómo varía el COP a diferentes temperaturas exteriores (por ejemplo: -7 ºC, 2 ºC, 7 ºC). Esta curva permite anticipar en qué punto la aerotermia mantiene su eficiencia y dónde una bomba tradicional pierde más rendimiento.
2. Aislamiento térmico: la base de la eficiencia
El aislamiento térmico es uno de los factores que más influye en el consumo de cualquier sistema de calefacción. Cuanta más energía pierde una vivienda por paredes, ventanas o techos, más calor necesita generar el sistema para mantener una temperatura confortable. Es decir, un aislamiento térmico bajo aumenta la demanda térmica.
Si la casa necesita más calor, la bomba de calor —sea aerotermia o tradicional— debe funcionar más tiempo o a mayor potencia, lo que se traduce en más kWh consumidos a lo largo del año. Por lo tanto, una mayor demanda térmica incrementa el consumo anual.
En resumen: una vivienda mal aislada obliga a cualquier sistema a trabajar más y, por tanto, a consumir más energía. La aerotermia, por su mayor eficiencia, amortigua parte de ese aumento, pero el aislamiento sigue siendo la base de la eficiencia global del hogar.
3. Emisores térmicos: baja vs alta temperatura
Los emisores térmicos son los elementos que reparten el calor en tu vivienda: suelo radiante, fancoils o radiadores.
Y aquí viene algo que mucha gente desconoce: no todos funcionan igual de bien con una bomba de calor. ¿La razón? Su temperatura de impulsión.
- Suelo radiante: el mejor aliado: Funciona con agua a baja temperatura (35–45 ºC).
Esto encaja perfectamente con la aerotermia y permite que trabaje en su rango más eficiente. - Fancoils: una opción equilibrada: Pueden trabajar a temperaturas moderadas, así que ofrecen un rendimiento correcto.
- Radiadores tradicionales: obligan a subir la temperatura: Necesitan agua muy caliente (a veces 60–70 ºC). Eso obliga a la bomba a aumentar la temperatura de impulsión, lo que incrementa el consumo y reduce la eficiencia.
Medidor de energía / contador eléctrico: la forma precisa de conocer el consumo real
El contador eléctrico del hogar o un medidor parcial permite diferenciar con exactitud los kWh consumidos solo por el sistema de calefacción.
Esta medición real facilita comparar:
- Datos medidos vs datos estimados
- Variaciones mensuales de consumo
- Impacto real del clima o del aislamiento
Cómo sacar el máximo partido a la aerotermia
Aunque la aerotermia es muy eficiente por diseño, hay pequeños gestos que ayudan a maximizar su rendimiento.
Mantener una impulsión baja
Cuando el circuito hidráulico trabaja con baja temperatura de impulsión, se eleva el SCOP, la aerotermia se mueve en su zona más eficiente y, por lo tanto, se reduce el consumo.
Usar controladores inteligentes
Los controladores inteligentes ajustan el funcionamiento del sistema a las necesidades reales de la vivienda. El control digital evita picos y mejora la estabilidad del sistema.
Cuidar el mantenimiento
Un buen mantenimiento del circuito de los emisores térmicos evita ineficiencias y conserva el rendimiento de la aerotermia.
Preguntas frecuentes (FAQ)
1. ¿Cuánto baja el COP en clima frío?
Depende de la curva de rendimiento, pero típicamente puede reducirse entre un 20% y un 40% cuando la temperatura exterior cae de 7 ºC a -5 ºC.
2. ¿La aerotermia funciona bien con radiadores antiguos?
Puede funcionar, pero los radiadores antiguos obligan a subir la temperatura de impulsión (55–70 ºC), lo que reduce eficiencia y aumenta el consumo.
3. ¿Cómo puedo saber cuántos kWh consume realmente mi sistema?
Midiendo con el contador eléctrico o un medidor parcial independiente. Permite registrar datos reales mes a mes.
4. ¿Por qué el aislamiento térmico cambia tanto el consumo?
Una vivienda sin buen aislamiento pierde calor con rapidez, lo que incrementa la demanda térmica. Más demanda = más horas de funcionamiento = más kWh consumidos.
5. ¿Qué ahorro real puedo esperar si cambio a aerotermia?
Entre el 30% y el 50% según superficie, clima, aislamiento y emisores térmicos (suelo radiante vs radiadores).
6. ¿Qué impulsa más el consumo, la temperatura exterior o la impulsión?
La temperatura exterior afecta al COP, pero la temperatura de impulsión es el factor crítico: cada incremento de 5–10 ºC eleva el consumo notablemente.
7. ¿Tiene sentido medir solo en invierno?
No. La comparación debe hacerse sobre un periodo completo de 12 meses para incluir todas las variaciones de temperatura.
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